caldas informa

Epa Colombia tras las rejas vs. Concejal que disparó a manifestantes: ¿Doble rasero o justicia selectiva?

El caso de Daneidy Barrera Rojas, mejor conocida como Epa Colombia, ha vuelto a encender el debate sobre la justicia en Colombia. Mientras ella cumple una condena de 5 años de cárcel por vandalizar una estación de TransMilenio durante el estallido social de 2021, Rafael Andrés Escobar, quien disparó a manifestantes en Cali con un arma de fogueo, hoy es Concejal y promueve una ciudad “más segura”. ¿Doble rasero o justicia selectiva?

Epa Colombia se convirtió en un símbolo de las protestas de 2021, pero también en un ejemplo de cómo el sistema judicial puede ser implacable con quienes destruyen propiedad pública. Su condena por terrorismo ha sido criticada por muchos, quienes la ven como una víctima más de un sistema que castiga con dureza a los manifestantes, pero que parece ser indulgente con quienes atacan a los ciudadanos que ejercen su derecho a protestar.

Por otro lado, está Rafael Andrés Escobar, un militante de la extrema derecha que, durante las mismas protestas, disparó a quemarropa a manifestantes. A pesar de su accionar violento, hoy ocupa un curul en el Concejo de Cali, promoviendo una ciudad “llena de oportunidades”. ¿Cómo es posible que alguien que atentó contra la vida de otros ahora esté en un cargo público?

Este contraste entre ambos casos ha generado un intenso debate en las redes sociales y en las calles. Muchos se preguntan: ¿por qué el vandalismo se castiga con cárcel, pero la violencia contra manifestantes parece quedar impune? ¿Dónde está la justicia en un país que dice luchar por la paz y la equidad?

El caso de Epa Colombia y Rafael Andrés Escobar no solo refleja las tensiones sociales que aún persisten en Colombia, sino que también pone en evidencia una justicia a dos velocidades. Mientras algunos pagan con años de cárcel por dañar bienes públicos, otros, que atentaron contra la vida de personas, siguen libres e incluso ocupan cargos de poder.

¿Qué dice la gente?
En redes sociales, las opiniones están divididas. Algunos apoyan la condena de Epa Colombia, argumentando que el vandalismo no puede quedar impune. Otros, en cambio, ven en su caso una muestra de la injusticia selectiva que prevalece en el país. “Si Epa va a la cárcel por romper un vidrio, ¿por qué el que disparó a manifestantes no está tras las rejas?”, cuestionó un usuario en Twitter.

Lo cierto es que este debate no solo pone en tela de juicio al sistema judicial, sino que también invita a reflexionar sobre el tipo de sociedad que queremos construir. ¿Una donde se castigue con igual severidad la destrucción de bienes y la violencia contra las personas? ¿O una donde prevalezca la impunidad para algunos y la mano dura para otros?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *