Qué significa que Venezuela haya elegido un gobernador de la disputada región del Esequibo (y cuál es la respuesta de Guyana)
“El sol de Venezuela nace en el Esequibo”. Esta frase, de autoría incierta, es algo que desde hace unos años Nicolás Maduro repite como una consigna. Pero este domingo, la proclama se convirtió en algo más. En las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo, Venezuela eligió por primera vez a los representantes de la región del Esequibo, una zona de 160.000 km² epicentro de una disputa territorial que enfrenta a Caracas con Guyana desde hace más de 180 años. “Hoy, el Esequibo tiene gobernador”, declaró Maduro a sus partidarios la noche del domingo, momentos después de anunciarse los resultados. Neil Villamizar, candidato del gobernante PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), se convirtió así en el primer gobernador del recién creado estado número 24 del país caribeño. Antes de los comicios, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, dijo en declaraciones al diario británico The Guardian que la decisión de Venezuela de elegir un gobernador es “un ataque frontal a la soberanía y la integridad territorial de Guyana ” que “socava la paz regional”. Ahora, este movimiento añade presión a las ya tensas relaciones entre los países vecinos por el control de una región rica en recursos minerales. Un reclamo de todos en Venezuela Venezuela afirma que el territorio del Esequibo, que representa dos terceras partes del territorio de Guyana, le fue arrebatado en un laudo arbitral ocurrido en 1899. Tras reclamos varios y sin llegar a una resolución, en 1966 ambos países buscaron una salida a través del llamado Acuerdo de Ginebra. Pero siguieron sin una solución que satisficiera a ambas partes. La disputa se intensificó cuando ExxonMobil descubrió enormes depósitos petrolíferos en alta mar hace una década, lo que le otorga a Guyana las mayores reservas de crudo per cápita del mundo. Fue entonces cuando Georgetown decidió en 2018 llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya, Países Bajos. Aunque de un tiempo a esta parte Maduro ha hecho de la disputa del Esequibo una bandera, no siempre fue así ni esto es solo un reclamo que provenga del chavismo. En cualquier parte del país donde haya un mapa, aparece marcada la zona en reclamación. En todos lados la silueta aparece con esa “segunda pata”. Antes de los comicios, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, dijo en declaraciones al diario británico The Guardian que la decisión de Venezuela de elegir un gobernador es “un ataque frontal a la soberanía y la integridad territorial de Guyana ” que “socava la paz regional”. Ahora, este movimiento añade presión a las ya tensas relaciones entre los países vecinos por el control de una región rica en recursos minerales. Un reclamo de todos en Venezuela Venezuela afirma que el territorio del Esequibo, que representa dos terceras partes del territorio de Guyana, le fue arrebatado en un laudo arbitral ocurrido en 1899. Tras reclamos varios y sin llegar a una resolución, en 1966 ambos países buscaron una salida a través del llamado Acuerdo de Ginebra. Pero siguieron sin una solución que satisficiera a ambas partes. La disputa se intensificó cuando ExxonMobil descubrió enormes depósitos petrolíferos en alta mar hace una década, lo que le otorga a Guyana las mayores reservas de crudo per cápita del mundo. Fue entonces cuando Georgetown decidió en 2018 llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en La Haya, Países Bajos. Aunque de un tiempo a esta parte Maduro ha hecho de la disputa del Esequibo una bandera, no siempre fue así ni esto es solo un reclamo que provenga del chavismo. En cualquier parte del país donde haya un mapa, aparece marcada la zona en reclamación. En todos lados la silueta aparece con esa “segunda pata”. Para hacer la elección de gobernador de la Guayana Esequiba, se creó una circunscripción electoral ad hoc en el municipio Sifontes del estado Bolívar, un lugar de complicado acceso en el corazón del Arco Minero―un zona que cuenta con grandes reservas de oro, cobre, diamante, hierro, bauxita y aluminio, entre otros minerales― y en frontera con el Esequibo. El circuito electoral de nueva creación tiene 21.403 votantes. No hubo colegios electorales en la parte del Esequibo que, como decimos, administra Guyana. “Es una ficción electoral. Se creó un estado, un municipio y una parroquia para esto. Y esos electores tienen el mayor poder de decisión electoral de la historia de Venezuela, porque esas 21 mil personas eligen a 8 diputados, más que los municipios con más peso del país”, explica a BBC Mundo el experto en política electoral Eugenio Martínez. La Corte Internacional de Justicia dictó una medida cautelar en la que ordenó a Venezuela abstenerse de preparar y realizar estas elecciones. “Con un gobernador, recursos, un presupuesto y todo el apoyo que brindaré, recuperaremos el Esequibo para el pueblo”, afirmó Maduro. Pero el flamante gobernador, que recibió 4.720 votos, no tendrá poder real sobre el territorio. Contexto guyanés Maduro declaró el domingo, tras emitir su voto, que el presidente Ali “tendrá que sentarse” con él “para discutir y aceptar la soberanía venezolana”. Tras los comicios el mandatario guyanés no se pronunció aún, aunque es de esperar una respuesta, sobre todo en un contexto como el que tiene, a pocos meses de elecciones presidenciales en Guyana. “Esto tiende a politizar todo. Ali dice que de ninguna manera entregará ese territorio. Y hasta ahora había tenido un discurso más jurídico, más de respeto a las cosas. Pero este nuevo paso hace todo más politizable al sacarlo de la ruta jurídica”, analiza Cardozo. Dentro del territorio guyanés se advirtió a cualquiera que se planteara participar en las elecciones sobre sus consecuencias. El jefe de Defensa de Guyana, Omar Khan, dijo que si algún residente participaba en los comicios, sería acusado de traición y otros delitos graves. “Constituirá un apoyo a un golpe de Estado pasivo”, le dijo Khan a la agencia Associated Press. “Cualquier acto similar constituirá una violación de nuestra soberanía e integridad territorial”, añadió. Y apuntó que podrían enfrentar arresto y deportación. Casi 100.000 personas de