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Turísticos
Caldenses
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Una Experiencia para Cada Viajero
Samaná, Victoria, La Dorada, Norcasia
El Magdalena Caldense es el paraíso tropical del departamento, donde la riqueza hídrica y la biodiversidad te dejarán sin aliento. Desde los serenos paisajes del río Magdalena en La Dorada hasta los impactantes embalses y cascadas de Norcasia, esta región es perfecta para los amantes del ecoturismo.
Marulanda, Manzanares, Marquetalia, Pensilvania
Ubicado entre montañas cubiertas de neblina, el Alto Oriente Caldense te invita a recorrer caminos rodeados de cafetales y bosques andinos. Disfruta de pueblos pintorescos como Pensilvania, donde la cultura cafetera cobra vida, y maravíllate con el encanto rural de Marulanda y sus vastos paisajes ganaderos.
Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu
El Norte Caldense, corazón de la arquitectura colonial, te transporta en el tiempo con sus casas de bahareque y balcones coloridos. Salamina y Aguadas son Patrimonio Cultural de la Nación, ideales para quienes buscan combinar historia con paisajes de montañas y niebla.

Manizales, Neira, Chinchiná, Villamaría, Palestina
El Centro-Sur es el eje cultural y económico de Caldas. Manizales, conocida como la “Ciudad de las Puertas Abiertas,” ofrece una combinación única de historia, modernidad y tradiciones. Villamaría y Chinchiná destacan por sus termales y paisajes cafeteros, mientras que Neira y Palestina son perfectos para el avistamiento de aves y caminatas ecológicas.
Riosucio, Supía, Marmato, Filadelfia, La Merced
El Alto Occidente Caldense es sinónimo de diversidad cultural e histórica. En Riosucio, vive la magia del Carnaval del Diablo; en Marmato, explora las minas de oro que cuentan siglos de historia. Filadelfia y La Merced son destinos perfectos para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza.
Anserma, Risaralda, San José, Viterbo
Con un clima cálido y la amabilidad de su gente, el Bajo Occidente Caldense combina paisajes exuberantes con la autenticidad de la vida rural. Viterbo, conocido como el “Paraíso Caldense,” y Anserma, una de las poblaciones más antiguas, te invitan a disfrutar de experiencias únicas entre ríos, cultura y gastronomía típica.
Samaná, Victoria, La Dorada y Norcasia.
El Magdalena Caldense es el paraíso tropical del departamento, donde la riqueza hídrica y la biodiversidad te dejarán sin aliento. Desde los serenos paisajes del río Magdalena en La Dorada hasta los impactantes embalses y cascadas de Norcasia, esta región es perfecta para los amantes del ecoturismo.
Marulanda, Manzanares, Marquetalia, Pensilvania.
Ubicado entre montañas cubiertas de neblina, el Alto Oriente Caldense te invita a recorrer caminos rodeados de cafetales y bosques andinos. Disfruta de pueblos pintorescos como Pensilvania, donde la cultura cafetera cobra vida, y maravíllate con el encanto rural de Marulanda y sus vastos paisajes ganaderos.
Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu.
El Norte Caldense, corazón de la arquitectura colonial, te transporta en el tiempo con sus casas de bahareque y balcones coloridos. Salamina y Aguadas son Patrimonio Cultural de la Nación, ideales para quienes buscan combinar historia con paisajes de montañas y niebla.
Manizales, Neira, Chinchiná, Villamaría, Palestina.
El Centro-Sur es el eje cultural y económico de Caldas. Manizales, conocida como la “Ciudad de las Puertas Abiertas,” ofrece una combinación única de historia, modernidad y tradiciones. Villamaría y Chinchiná destacan por sus termales y paisajes cafeteros, mientras que Neira y Palestina son perfectos para el avistamiento de aves y caminatas ecológicas.
Riosucio, Supía, Marmato, Filadelfia, La Merced.
El Alto Occidente Caldense es sinónimo de diversidad cultural e histórica. En Riosucio, vive la magia del Carnaval del Diablo; en Marmato, explora las minas de oro que cuentan siglos de historia. Filadelfia y La Merced son destinos perfectos para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza.
Anserma, Risaralda, San José, Viterbo y Belalcázar.
Con un clima cálido y la amabilidad de su gente, el Bajo Occidente Caldense combina paisajes exuberantes con la autenticidad de la vida rural. Viterbo, conocido como el “Paraíso Caldense,” y Anserma, una de las poblaciones más antiguas, te invitan a disfrutar de experiencias únicas entre ríos, cultura y gastronomía típica.